miércoles, 31 de marzo de 2010

Carta abierta a don Manuel Cayetano

SAN JUAN DE LA RAMBLA, FELIPE JUAN GONZÁLEZ GARCÍA
www.eldia.es

EL PASADO día 25 de los corrientes, en la sección Tenerife Norte de este mismo periódico, publicó un artículo, denominado "Desde la orilla entre los roques", don Manuel Cayetano, al que no tengo el gusto de conocer personalmente.

Ha hecho usted, don Manuel, una descripción amena e interesante en torno a los acontecimientos educativos, artísticos y culturales contemplados en el pasado siglo, extendiéndose al último tercio del XIX. En especial nos habla de evidentes recuerdos nostálgicos del arraigo musical que ha caracterizado, sin duda, al casco histórico de San Juan de la Rambla y que aún se exteriorizan con la entrañable banda Alcaraván.

Es oportuno señalar que estos acontecimientos históricos-culturales reflejan una agradable sensación a todos los que amamos el terruño que nos vio nacer, aunque por diversas circunstancias, como es mi caso, haya sido interrumpida la convivencia en habituales ocasiones.

Artículos de esta naturaleza producen, inevitablemente, esa especie de pálpito sentimental que es propio de todo el que hace honor a su lugar de origen. Ahora bien, me va a permitir, don Manuel, que le exprese, con todos los respetos, que su bella exposición resulta -no sé si con intención o no- sorprendentemente mutilada. Me explico: cuando hace alusión expresa a San Juan, Las Aguas y La Rambla (El Rosario), da la impresión de que el término municipal se acaba en Poncio o en el "balcón" geológico del Mazapé. Tampoco, de acuerdo con nuestro modesto criterio, ha acertado usted con la expresión final de la "mustia sociedad sanjuanera del momento".

En efecto, ese simbólico rectángulo de dos y medio por nueve kilómetros nos da la superficie cercana a los veintitrés kilómetros cuadrados del municipio y, de conformidad con los competentes investigadores de la historia local, a partir del resultado del padrón de habitantes de 1779, el reparto demográfico se fue inclinando a toda la zona alta del término, alcanzando los dos tercios, aproximadamente, en la actualidad.

Claro, usted me dirá que en su artículo no se ocupaba de la densidad demográfica ni de la descripción de todos los núcleos habitacionales; pero, hombre, ¿por qué silencia usted la banda XIX de Marzo, que también pertenece al municipio y fue creada con mucho sacrificio hace más de veinticinco años? Igualmente, le diría que en ese pesimismo suyo, cuando habla de la "mustia" sociedad actual, no ha tenido en cuenta el funcionamiento reciente en el término municipal -no importa su ubicación- del Instituto de Enseñanza Secundaria.

Finalmente, sabe también que, afortunadamente, el movimiento cultural y educativo de San Juan de la Rambla con alumnos de enseñanza secundaria y superior -de todo el municipio- es sensiblemente superior a la etapa que usted menciona. Esto quiere decir que a aquella época de patricios y plebeyos ya, felizmente, hay que decirle adiós. Un cordial saludo.

lunes, 29 de marzo de 2010

Del bucio al móvil

www.eldia.es

R.B., S.J de la Rambla
El sonido del bucio o la caracola forma parte del acervo cultural de las Islas desde la época prehispánica hasta nuestros días, dado que se conserva su uso en colegios y en acontecimientos socioculturales y festivos. Ese instrumento musical ha servido de medio de comunicación en los ámbitos rurales y marinos y se le podría comparar al teléfono móvil de la época cuando ni por asomo, hace un siglo, se pensaba en lo que depararían la aparición y expansión de las nuevas tecnologías de la sociedad de la información. El artesano y etnógrafo Ricardo González, de San Juan de la Rambla, trabaja desde hace más de un año en el rescate del bucio, cuyo resonar protagonizó la entrada del solsticio de verano y las hogueras desde la cueva del Mazapé hasta el litoral de San Juan de la Rambla, el pasado año, y que se repetirá en 2010.

Usos diversos

Ricardo González explica que el término bucio procede del idioma portugués. También se le conoce como caracola. El bucio es el caparazón de un molusco que puede medir hasta 70 centímetros de talla, que habita en las rocas del litoral, hasta 10 metros de profundidad. El bucio es citado por muchos historiadores y escritores canarios como Rafael Arozarena. En una de sus obras escribe que "el ambiente se llena de humo y antorchas, suena lejos el bucio que sopla el señor Jacobo".

Desde el punto de vista etnográfico, las utilidades que ha tenido en la historia de Canarias han sido relevante, ya que los primeros pobladores de las Islas los tenían como un elemento básico de comunicación entre los barrancos y las laderas, en la escarpada geografía insular, al igual que el silbo gomero. González agrega que "el bucio se ha empleado como un instrumento disuasorio de plagas, como la de la langosta. Mi madre me contaba que cuando se expandió la plaga de la langosta, en la Cueva del Viento se sacaban los bucios para espantar a estos insectos, a lo que unían el tañido de cacharros y con las tapas de los calderos".

En San Juan de la Rambla, Los Realejos y Garachico se empleaba el bucio para marcar el comienzo y el final de la jornada laboral en el campo, así como los períodos de descanso para almorzar. En Icod se utilizaba para comunicar la muerte de un burro, concretamente, de noche y sobre una loma, y se repartía el jumento en plan jocoso entre los vecinos. Asimismo, servía como medio para advertir una situación de emergencia, ya fuera un incendio forestal, ya fuera un accidente considerable, o para despertar a los jóvenes para la recolección de la pinocha en el monte. Funcionaba como una especie de despertador. También, como curiosidad, servía para difundindir o dejar en evidencia infidelidades conyugales. "Un tío mío me contaba que cuando se encontraba un enjambre de abejas - añade - o una colmena en la casa de un vecino se recurría al bucio para dar cuenta de esa incidencia y localizar al colmenero. Para situarlo se utilizaba una sábana blanca para acudir a desmontar el enjambre construido por las abejas. Colgaba la sábana y seguidamente tocaba el bucio".

sábado, 27 de marzo de 2010

La Parroquia de San José: la restauración interminable.

La reapertura de la iglesia de San José tardará medio año

El presupuesto para terminar la rehabilitación del templo, una ermita del siglo XVIII, es el principal condicionante.

G.GULESSERIAN
SAN JUAN DE LA RAMBLA

Las obras de la iglesia de San José, en San Juan de la Rambla, una ermita del siglo XVIII que ha permanecido cerrada al culto desde septiembre de 2008, se prolongarán unos meses más. Y aunque el delegado diocesano de Patrimonio Histórico, Miguel Ángel Navarro Mederos, esperó que "no supere el medio año", todo dependerá de la financiación que se consiga por parte de otras administraciones.


Así lo anunció en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el alcalde del municipio, Manuel Reyes; el concejal de Urbanismo y Hacienda, Marco Antonio Abreu, y el párroco del templo, Sebastián García. Este último recordó que la reforma se había previsto por seis meses y, sin embargo, las obras llevan casi dos años, tiempo en el que el inmueble no ha abierto sus puertas, aunque los fieles cuentan con un salón en la futura nueva iglesia acondicionado para poder celebrar misa.

Negligencia

Navarro reconoció una "negligencia" por su parte en este asunto, que la atribuyó a un "desconocimiento", pero en cualquier caso aclaró que no hubo "un abandono" sino una "una ralentización" en los trabajos. Éstos consisten en una mejora en la pavimentación, acondicionamiento de las puertas, la fachada y el alumbrado, la retirada de un falso arco y el mobiliario.

www.aytosanjuandelarambla.es

jueves, 25 de marzo de 2010

Desde la orilla, entre los roques

SAN JUAN DE LA RAMBLA, MANUEL CAYETANO
www.eldia.es (25/03/10)

NACIDO y criado en la cálida zona del litoral en la decáda de los 30 del pasado siglo, hemos sido -como otros muchos- unos enamorados de esta parte de la ribera -nos agrada esta palabra- en especial Las Aguas, La Rambla y, cómo no, de mi querido San Juan, donde he pasado la mayor parte de mi vida.

Se nos pone cuesta arriba el plasmar, sin acritud, sencillas palabras, dirigidas a nuestros conciudadanos al comentarles las vicisitudes e historias ocurridas por los de nuestra contemporaneidad y de paso memorizar los relevantes episodios conocidos y algún que otro anterior y que, por su variado contenido, sería interesante darle notoriedad. Lamentamos no poder relatarles los hechos cronológicamente pero intentaremos un seguimiento de aquellos acontecimientos, por sectores, como música, teatro y otros actos relacionados entre sí, pero separados por el tiempo en nuestro municipio. obviamente, dejaremos de omitir en lo posible nombres de aquellas personas ya no presentes, por lejanas, pero las intuimos por emanar de la historia de nuestro pueblo.

Oída por entronque, la más añeja historia de que tenemos conocimiento sobre la banda de música del casco -lo que ratifica las viejas raíces musicales de nuestro pueblo- se remonta al último tercio del XIX, cuando, por cuestiones ideológicas -siempre las ideas-, se dividió en dos, eso sí, por poco tiempo y al parecer por al menos una decena de intérpretes por grupo. La fundación de la misma fue aproximadamente sobre la mitad del mencionado siglo.

Siguiendo con el contexto anterior, por los años 20 del pasado siglo, y por algunos años, existieron nuevamente dos agrupaciones musicales diferenciadas por lo que hoy denominaríamos juveniles y profesionales. La primera, llamada Los Minúsculos, se convertía en el nidal de donde se nutría la profesional. Ambas acudían por separado a los varios festejos que se celebraban en todo el municipio, concurriendo la juvenil en una ocasión al no muy lejano barrio de Buen Paso.

En estas agrupaciones se daba el simpático paradigma de ser dirigidas por padre e hijo, respectivamente, obviando sus nombres por ser recordados por todos nosotros, dejando la posibilidad de que plumas de altos vuelos de nuestro entorno publicaran un artículo a fondo valorando lo que significaron en el arte musical estos insignes rambles en el municipio.

Querenmos puntualizar -más bien como anécdota- que participando nuestra banda en uno de los certámenes efectuados en la plaza de toros de la capital regional en esa fecha, interpretando la obra musical obligatoria, a uno de los componentes actuando con el fiscorno, se le concedió un accésit por su actuación, no obteniendo el primer premio por la parcialidad del jurado. Estas efemérides nos recuerdan que pudo ser en mayo de 1924.

En los últimos 60 años, y sólo en periodos esporádicos, nuestra banda Alcaraván no ha dejado de deleitarnos con su variado repertorio bajo la batuta de destacados directores, recordando -es un deber- a las varias directivas que han pujado con gran esfuerzo para el sostenimiento de la misma, felicitando a la actual por su diligente labor.

Ahora nos adentramos en el siempre simpático baúl de los recuerdos de los mayores, en el delicado tema de la cultura -buque insignia de San Juan-, donde, allá en las postrimerías de la década de los veinte y en los almacenes de La Cabaña, se representó la obra musical "La Montería", siendo en su gran mayoría interpretada por jóvenes de ambos sexos de esta localidad, resultando para la época un rotundo éxito, tanto a nivel de interpretación como asistencia de público local y de los pueblos cercanos.

Nos comentan (o recuerdan) que por grupos de aficionados de garachico ya nos congratulaban con representaciones teatrales en los lejanos años veinte, desconociendo en qué locales se celebrarían estos acontecimientos. Sin embargo, de este acercamiento sí tenemos un resquicio de conocimiento, ya que en parte se debió a una dama sanjuanera enamorada del arte que contrajo nupcias con un señor de la bella reliquia de pueblo que aún se enriquece al pronunciarlo como Villa y Puerto. Desde acá nos gusta este término y en la lejanía del pretérito recordarles que las verjas de nuestra villa están abiertas para renovar esos ricos actos culturales que son parte de la fuente de la vida.

San Juan ha sido primigenia (perdón) en actos culturales -dígase teatro, comedia, actos florales, carrozas, etc., etc.- que hoy recordamos con nostalgia, lo participativa que estuvo la sociedad ramblera en las décadas de los 30, 40 y 50; aún, y con motivo de las fiestas patronales, nos alegran con interpretaciones musicales por jóvenes y no tanto de la bien preparada intelectualidad que se disfruta en este país canario. Estos mismos acontecimientos ocurren en otras localidades del municipio, coincidiendo con sus respectivas fiestas y que animan a sus lugareños a interpretar estas piezas de variado contenido.

Sobre los años 40, y en distintos locales, se organizaron una serie de festivales recordando, entre otros, el que se hizo con el incentivo de recaudar fondos para la ciudad de Santander, que fue parcialmente pasto de un voraz incendio, siendo nuevamente los jóvenes locales del momento los actores de la misma. Cabe mencionar que personas amantes de la interpretación y afortunadamente cercanas a cumplir 100 años en estado lúcido nos emocionan al sentirse juveniles, memorizando sus actuaciones en los variados actos culturales de una época precaria en casi todo, pero aferradas a un sentimiento sanjuanero de superación más allá de lo personal y que hoy obviamente no estamos a ese nivel.

Al paso de los años y por señeros, sería bonito darle luz a los dos festivales organizados en el teatro cine Aurora, ambos por motivos distintos pero entrelazados por esa especie de sinfonía que nos caracteriza a los rambleros en momentos puntuales. El primero, en base a encontrar los medios económicos para ir en busca de la esperanza de "esa visión" para alguien que lo intentó con toda su fe; pero que resignadamente, al no hallarla, se nos fue plácidamente, quizá a ese lugar de las pléyades que tanto anheló por admirarlas. El siguiente, muy emotivo, se efectuó en honor, en vida -así debe ser- de una madre noble y virtuosa matrona que con sus delicadas y ágiles manos permitiera que cientos de rambleros -entre el que esto escribe- vieran la primera luz de la vida y que nos permitió magnánimamente por mucho tiempo llamarla respectuosamente madre.

Ambos acontecimientos, así como los anteriores, al comentarlo, nos oxigenan para, humildemente, y en otra ocasión, intentar hallar ese antídoto renovador que se nota superficialmente en la mustia sociedad sanjuanera del momento.

viernes, 19 de marzo de 2010

A mi padre...




Hoy día de San José, felicidades a todos los padres del mundo,
pero especialmente,
felicidades a mi padre porque es el mejor de los padres,
porque él no sólo me crió, sino que además me cuidó y me educó,
me ayudó a ser lo que ahora soy... "no sería yo sin tí papá".

Ojalá todos los niños del planeta tuvieran un padre como el mío,
que me protege, que me busca, que me lleva y me trae,
me hace sonreir, me hace soñar, me hace feliz.

Ojalá existieran más padres como el mío,
inteligente, educado, cariñoso, trabajador, preocupado,
y siempre está a mi lado.

Feliz día, hoy y siempre papá, que seas feliz.

Te quiero.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La Casa de Las Rosas

www.eldia.es

El Centro Democrático Liberal denuncia la situación ruinosa y los robos que sufre la histórica Casa Amarilla de Las Rosas, propiedad del Cabildo.

La antigua Casa Amarilla o Casa Grande del barrio ramblero de Las Rosas se cae literalmente a cachos. Se cae o, lo que es peor, también la desmontan a trozos los malos amigos del patrimonio histórico. Esta casona canaria, propiedad del Cabildo de Tenerife, sufre el abandono y la expoliación desde hace años. El último ejemplo de esta triste realidad: alguien ha robado las paredes de piedra de su antiquísimo pozo octogonal y lo ha tapado con una pieza de una vieja lavadora.

El presidente del Centro Democrático Liberal de San Juan de la Rambla, Damián García, denunció ayer a EL DÍA la "penosa situación" de la Casa Amarilla, comparable a la que sufre el histórico inmueble del mismo nombre que languidece en el Puerto de la Cruz.

García reclama al Cabildo y al ayuntamiento que protejan el patrimonio del municipio. Y añade que "es una pena que esto suceda con una edificación que podría ser un atractivo turístico".

El alcalde ramblero, Manuel Reyes (AIS-CC), también lamenta el "pasotismo" del Cabildo de Tenerife respecto a la Casa Amarilla de San Juan de la Rambla. "Estamos hablando de un inmueble protegido -aunque no es Bien de Interés Cultural- que encima pertenece al Cabildo. Desde el ayuntamiento llevamos años luchando para que se recupere, pero no hemos conseguido que se invierta ni un euro allí", lamenta Reyes.

El mandatario de San Juan de la Rambla considera que "no hay derecho a que esa vivienda de varios siglos esté totalmente abandonada".

Reyes asegura que ha pedido al Cabildo de Tenerife que recupere la casona "al menos una docena de veces", pero "hasta la fecha no tengo conocimiento de que haya ni siquiera un proyecto para rehabilitarla".

Esta casona está situada en la misma finca donde se construye la granja escuela de Las Rosas. Desde el gobierno local (AIS-CC) se indica que "lo ideal sería que esta edificación se aprovechara para crear una infraestructura complementaria a la granja".

El alcalde considera que la Casa Amarilla podría convertirse en la Casa de la Papa o en una residencia o albergue rural vinculado a las actividades de la granja escuela.

En todo caso, Reyes reclama al Cabildo que tome medidas para poner fin al abandono de uno de los pocos vestigios del patrimonio arquitectónico de la zona alta de San Juan de la Rambla.

Buena parte de la techumbre de la casona está destrozada y el paso del tiempo amenaza también con afectar a toda la fachada principal, parcialmente derruida.

Reyes desconocía el robo del pozo de piedra, pero desde el Centro Democrático Liberal se añade que éste no es el único expolio que ha sufrido la Casa Amarilla. García señala que también se han llevado la losa chasnera de todo un muro de la vivienda.

EL DÍA contactó ayer con el Cabildo insular de Tenerife para conocer su versión sobre la situación de la Casa Amarilla y sus planes de futuro. Desde la Unidad de Patrimonio Histórico sólo se indicó que hasta el día de ayer no tenían conocimiento del expolio de ningún elemento de esta antigua casona canaria.

viernes, 5 de marzo de 2010

Rivero hace un llamamiento a la rebelión


Con una única y clara intención de sacar tajada política, Rivero intenta alterar el ánimo de los canarios para que se rebelen frente a la compañía aérea Iberia por su decisión de cobrar la segunda maleta de los pasajeros. Con el argumento de que los canarios, al vivir más lejos, llevamos más equipaje, pretende forzar la retirada de la decisión de esta empresa, que es privada, o al menos que para los canarios sea diferente al resto del mundo.
Esta batalla personal de Paulino con la compañía aérea no se entiende a no ser que pretenda ganar votos, ¿o a caso con Spanair reclamó alguna vez? ¿Y por qué según él un canario lleva más aquipaje que un madrileño, un sevillano o un alemán? ¿Cuántas maletas lleva usted cuando viaja Don Paulino? Lo único que me preocupa es que en sus viajes oficiales seremos los canarios los que paguemos esa segunda maleta suya.

martes, 2 de marzo de 2010

Hasta la vista!

FOTO EXTRAÍDA DEL BLOG:
DESDE LA GUANCHA, VISTO Y OÍDO

La invisible frontera entre la vida y la muerte.

Hoy no me queda más remedio que dedicar esta entrada a una persona que nos ha abandonado en circunstancias muy trágicas, casi impensable. Nuestro amigo Román ya no sigue entre nosotros, ya no lo veremos por el instituto de La Guancha, ya no pintará más muros, ni comerá otro domingo en Casa León. Ahora se ha ido a pintar el cielo de azul intenso. Ha traspasado la delicada frontera que separa la vida y la muerte. Desde aquí un cariñoso saludo a su mujer y su hija, su familia, amigos y compañeros de trabajo, y a todos los guancheros y no guancheros que lo conocíamos y sabíamos que era ante todo un buen hombre, y eso es lo más importante en la vida.