RETRATO DE UNA ANCIANA
Ved esta mano, que abrigó a otra mano
y aún da calor, muriéndose de frío.
Ved estas venas donde corre un río
que ya está pregonando el océano.
Ved este pecho -limonar lejano
que de los besos conoció el rocío-
y ved cómo la pena en regadío
tras de los frutos engendró el gusano.
Ved en la frente, arada junto al cielo,
la historia escrita y viva hasta el asombro,
bajo el deshielo blanco de su pelo.
Y ved, por fin, como recién nacido,
un corazón latir bajo el escombro,
con el amor al borde del olvido.
jueves, 23 de abril de 2009
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Preciosa poesía que me ha emocionado. Se la quisiera dedicar a mis dos abuelas.
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