De nuevo el periódico de CC, llamado El Día, vuelve a delirar y vomitar sobre el papel para fomentar la división de las Islas y alimentar la rabia contra los vecinos. Ellos se aplican bien el dicho de “divide y vencerás” y así lo intentan cada vez que pueden.
Primero pretenden, de forma fallida, desprestigiar a la isla de Gran Canaria, la cual ellos han bautizado como Canaria y punto: “tercera isla en extensión, segunda en población y última en atractivos naturales”. La rabia ya les ha cegado, porque la isla tiene unos paisajes muy bonitos, unas playas increíbles y unas gentes muy agradables.
Dicen además que “sólo es la mayor por la desvergüenza política, por querer imponerse a las demás, y la culpa la tenemos además los tinerfeños que votamos a PP o PSOE, partidos que perjudican a nuestra isla (Tenerife) y favorecen a Gran Canaria”. Ésta es sin duda la forma patética que tienen ellos para recuperar votantes para CC.
Después de acusar a la isla canariona de ladrona de consulados, de delegaciones de ministerios y demás instituciones, que por algún motivo han decidido abrir sus sedes allí y no aquí, luego les reprochan el querer tener una red de tranvía como la que nosotros ya tenemos, y dicen que nos costará mucho dinero, y yo me pregunto ¿nuestro tranvía fue gratis para los canarios y españoles y europeos? ¿O se fabricó gracias a las subvenciones de Europa, España y del Gobierno Canario, incluidos también los canariones?
Y cómo no podría faltar, también critican al carnaval canarión, porque siempre hay que decir algo de sus carnavales, sobre todo ahora que sin duda están superando en espectacularidad a los de Tenerife.
Pero hay una cosa con la que sí estoy de acuerdo en este artículo: “es necesario desalojar la actual porquería política, que se llena los bolsillos de una forma vergonzosa y descarada mientras el pueblo pasa hambre”. Cuánta razón tiene, porque yo miro a mi alrededor y veo políticos con cochazos, con casas de veraneo, con sus superviajes y sus supersueldos, y me da una rabia de que en Canarias se hable de crisis y que éstos no hayan sido capaces de renunciar ni un solo mes a sus sueldos de miles de euros para ayudar a la economía de las Canarias. Y hablo de esos políticos nacionalistas que dicen llevar sangre guanche y que se golpean el pecho para decir que NO SON ESPAÑOLES, y que los canarios no somos españoles, y que debemos unirnos y votarlos a ellos porque ellos nos traerán el bienestar económico, social, y como no, espiritual, que necesitamos. Qué pena desperdiciar un voto mío para semejantes elementos.
El chiste viene cuando el periodista asegura que se está arrasando con las riquezas de Canarias para invertirlas en la Península. ¿Dominación colonial? ¿Genocidio Guanche? ¿Tenemos miedo los canarios a ser libres? No señor, yo quiero liberarme de gente como ustedes, mentirosos y manipuladores, que sólo les interesa coger votos para su partido y gobernarnos a todos como pastores con sus rebaños de cabras. QUIERO SER LIBRE.

Y lo peor es que hay gente que se cree lo que en este periódico se escribe.