"Póngase en la puerta de la calle"

Lo vivido ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de San Juan de la Rambla quedará en los anales del surrealismo político. En la sesión plenaria de carácter extraordinario solicitada por el PSC, se debatían las presuntas irregularidades cometidas por el alcalde de la localidad, Manuel Reyes. La sesión se centró en dos aspectos fundamentales; en primer lugar la reciente sanción impuesta al alcalde por parte de la Inspección de Trabajo, y en segundo lugar, la imputación de un presunto delito urbanístico. La portavoz del PSC, Fidela Velázquez, inició su turno de intervención solicitando que el alcalde explicara "por qué utilizó los servicios jurídicos municipales como defensa personal al ser acusado por la Inspección de Trabajo por una falta grave, ya que se encontraba trabajando cuando se encontraba de baja". Del mismo modo, la edil socialista exigió a Manuel Reyes que explicara su imputación por un presunto delito urbanístico en relación con la construcción de "un chalet en un terreno catalogado como rústico". Tras la intervención de Velázquez, la tensión era visible en todos los miembros del grupo de gobierno. "Usted está diciendo disparates y barbaridades porque yo no tengo que darle explicaciones. No soy un delincuente", señaló Reyes.

La calma tensa llegó a su fin cuando Fidela Velázquez instó al alcalde a dimitir por "higiene política, y hasta si me apura por hombría". En ese momento, Manuel Reyes intentó retirar el turno de palabra a la edil socialista, quien se negó porque no había terminado su intervención. Ante la negativa de Velázquez y para asombro del escaso público asistente, el alcalde ordenó a dos agentes de la Policía Local a "poner en la puerta de la calle a esta señora". El portavoz segundo del PSC, Cayetano Silva, también fue desalojado al intentar continuar con el discurso.
Publicado hoy en La Opinión de Tenerife