domingo, 8 de marzo de 2009


Día de la mujer:
Marie Curie
Nació en Varsovia el 7 de noviembre de 1867, y murió en Sallanches, Francia, el 4 de julio de 1934. Fue la quinta hija del matrimonio de Ladislas Sklodowska, profesor de física y matemáticas de liceo, y de Bronislawa Boguska, quien era maestra, pianista y cantante. Desde muy temprana edad, Marie demostró poseer una excelente memoria y una gran capacidad de estudio, era amante de la lectura, la historia natural y la física. Alumna brillante y madura, con una capacidad excepcional de concentración, Marie sueña con realizar una carrera científica, un sueño inconcebible en aquella época para una mujer, más aún en su país, pues las universidades estaban prohibidas para las mujeres. Cuando tenía nueve años muere su hermana mayor, y dos años más tarde muere su madre de tuberculosis, y se debe hacer cargo de sus hermanos. La precaria situación económica que a Marie le tocó vivir en su país, se debía a las represalias políticas que afectaban a su padre, lo que repercutía en la consecución de los medios necesarios para el sustento de su hogar. Ello le implicó a Marie tener que dejar la casa paterna y ponerse a trabajar de institutriz.
En otoño de 1891, la tímida Marie se traslada a París para estudiar en la Sorbonne. Ambiciosa, autodidacta, su única obsesión es aprender. En un ático del Barrio Latino pasó hambre y frío, sin embargo, su inquebrantable voluntad le permite obtener una licenciatura de física, y luego de matemáticas. Además, pudo descubrir la libertad intelectual y la independencia que tanto anhelaba. En esos años de universitaria en la Sorbonne es cuando le presentan a Pierre Curie. Aquel librepensador, conocido por sus trabajos sobre cristalografía y magnetismo, se convertirá en su esposo el 26 de julio de 1895.
Pionera, Marie Curie decide en 1897 hacer un doctorado de física. Henri Becquerel, acababa de constatar al estudiar los rayos X que una sal de uranio impresionaba una placa fotográfica a pesar de las envolturas protectoras. ¿Qué mejor tema para Marie que intentar comprender el efecto, la energía de esos rayos uránicos, el fenómeno de la radiactividad espontánea? Pierre está de acuerdo. Marie, utilizando las técnicas inventadas por su marido, midió cuidadosamente las radiaciones de distintos elementos, llegando a la conclusión que debían haber minerales más radiactivos que el uranio. Juntos demostrarán que la radiactividad no resulta de una reacción química, sino que es una propiedad del elemento, concretamente del átomo.
En 1898 anuncian el descubrimiento de dos elementos químicos muy radiactivos, el radio y polonio. Pierre experimenta con el radio sobre su piel. Quemadura y a continuación herida: su acción sobre el hombre queda patente. Pronto se comienza a utilizar el radio como tratamiento de los tumores malignos. Nace la «curieterapia».
A Pierre le conceden una cátedra en la Universidad de Sorbonne y en 1903, recibió junto con su mujer y Henri Bequerel el Premio Nobel de física por haber descubierto la radiactividad natural. Pero la alegría no durará mucho. En 1906, Pierre, debilitado por los rayos y agotado por un trabajo excesivo, sufre el accidente con un coche de caballos que lo atropeya y muere.
Marie asume sola la educación de sus dos hijas y sucede a su marido en la cátedra universitaria. Se convierte así en la primera mujer en tener una cátedra en la Sorbonne. El 15 de noviembre de 1906 Marie Curie dió su primera lección en la universidad. La expectación era máxima, ya que se trataba de la primera vez que una mujer impartía una clase en la universidad. Allí acudió un gran número de personas, muchas de ellas ni siquiera eran estudiantes. En aquella primera sesión, Marie habló sobre la radioactividad.
Obtiene un sillón en la Academia de Medicina. También hubo de enfrentarse a los prejuicios de su época: xenofobia y sexismo que, en 1911 impiden que entre en la Academia de las Ciencias. No obstante, poco después se ve recompensada, caso único en la historia, por segunda vez con el Premio Nobel por su descubrimiento del peso atómico del radio. Tuvo la satisfacción de ver a su hija, Irène seguir la tradición científica de la familia. Pero su verdadera satisfacción es «aplacar el sufrimiento humano». A lo que contribuirá la creación, en 1914, del Instituto del radio por parte de la universidad de París y el Instituto Pasteur.
En la primera Guerra Mundial, ayudada por su hija Irene, colaboró con los aliados instruyéndolos en el manejo de equipos de rayos X. Después de la guerra, se dedicó a crear un moderno laboratorio, en memoria de Pierre. El laboratorio se convertiría, posteriormente, en el Instituto del Radio, un centro internacional para el estudio de la radiactividad.
Marie murió a los 66 años, de anemia aplástica, debida a sus exposiciones a las radiaciones. Desde 1995, y bajo la ilustre cúpula del Panteón de París, junto al escritor Victor Hugo, el político Jean Jaurès o el miembro de la resistencia Jean Moulin, reposan ahora los restos de Marie Curie y de su esposo Pierre. Valiente mujer de ciencias, humanista y tenaz, con el descubrimiento del radio, esta investigadora de origen polaco, abrió el campo de la física nuclear y la terapia del cáncer. Trabajos que le costarían la vida.

1 comentario:

  1. Gracias por esta clase de historia de la ciencia.
    Gracias por recordar que grandes mujeres han hecho grandes cosas por la humanidad.
    Gracias a todas las mujeres por parirnos.
    Gracias a ti mamá que me has dado la vida.

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