Mi casita y su contribución

Cada año por estas fechas llega a mi casa, y a las casas de todos mi vecinos, la cartita de la contribución. Y este año, otra vez, ha vuelto a subir. Y este año, otra vez, me han puesto más metros de los que en realidad tengo. Ni la crisis nos ha salvado del aumento de la contribución. Al parecer, nuestro alcalde no ha tenido consideración con nosotros y tenemos que pagar este impuesto municipal, asi que mi carta va para Don Manolo, y se la haré llegar a través del buzón del vecino de la web del Ayuntamiento.

Señor alcalde:

Este año ha vuelto a subir la contribución y llevamos meses quejándonos de crisis y de que no llegamos a fin de mes.

Otra vez se han vuelto a equivocar con los metros de mi casa, y también con los de mi vecina.

Ahora en casa estamos todos sin trabajo y vivimos gracias a que cobramos paro y a nuestros ahorros.

Usted y sus concejales cobran miles de euros al mes y no han querido rebajarse nada del sueldo en estos tiempos de crisis.

Estoy cansada de ir a las oficinas del ayuntamiento y que me digan que este impuesto viene desde Madrid. A mí no tienen que tratarme como una boba, porque no lo soy, y sé perfectamente cómo funciona esto, y si no quiere que un día me ponga a pegar gritos en sus oficinas, le ruego por favor que no nos engañen más.

Usted ha podido rebajar este impuesto y no ha querido, lo que demuestra que es usted mal alcalde y mala persona, ya que no piensa en sus vecinos.

Yo tendré que sacar de mis ahorros para pagar la contribución, cada vez más cara, que usted nos impone, para que luego usted utilice el dinero de mis ahorros en hacer fiestas y Beñesmenes.

Cuando recibo estas cartas, me siento y pienso que lo mío no es mío. La casa no es mía, siempre tendré que pagar este impuesto y aún pago la hipoteca. El coche no es mío, pago la letra del coche y el impuesto municipal de rodaje. Y mis ahorros los tiene el banco.

Al final creo que lo único mío es la dignidad, que la guardo en mi cabeza y mi corazón, para que nadie me la robe. Y con dignidad le digo que nunca ha tenido ni tendrá mi voto.

En estos tiempos difíciles usted no ha sabido demostrar que es un buen gobernante, capaz de ayudar a sus vecinos. Así que le voy a pedir Don Manuel que se vaya de la alcaldía, porque es fácil gobernar en tiempos buenos y hacer fiestitas, pero en estos tiempos duros es donde se demuestra dónde está la valía, y usted ya no vale.

Gracias por leer mi carta.

Un cordial saludo.

Su vecina.